martes, 15 de mayo de 2012

NANA- A LA NANITA NANA.

A la nanita nana nanita ella nanita ella
Mi niña tiene sueno bendito sea, bendito sea.

Fuentecita que corre clara y sonora
Ruiseñor que en la selva cantando llora
Calla mientras la cuna se balansea
A la nanita nana, nanita ella.

A la nanita nana nanita ella nanita ella
Mi niña tiene sueno bendito sea, bendito sea.

Fuentecita que corre clara y sonora
Ruiseñor que en la selva cantando llora
Calla mientras la cuna se balancea
A la nanita nana, nanita ella.




http://www.youtube.com/watch?v=orkyK-IVM_A

Mirando por la ventana.


Había una vez un niño que cayó muy enfermo. Tenía que estar todo el día en la cama sin poder moverse. Como además los niños no podían acercarse, sufría mucho por ello, y empezó a dejar pasar los días triste y decaído, mirando el cielo a través de la ventana.

Pasó algún tiempo, cada vez más desanimado, hasta que un día vio una extraña sombra en la ventana: era un pingüino comiendo un bocata de chorizo, que entró a la habitación, le dio las buenas tardes, y se fue. El niño quedó muy extrañado, y aún no sabía qué habría sido aquello, cuando vio aparecer por la misma ventana un mono en pañales inflando un globo. Al principio el niño se preguntaba qué sería aquello, pero al poco, mientras seguían apareciendo personajes locos por aquella extraña ventana, ya no podía dejar de reír, al ver un cerdo tocando la pandereta, un elefante saltando en cama elástica, o un perro con gafas que sólo hablaba de política ...

Aunque por si no le creían no se lo contó a nadie, aquellos personajes terminaron alegrando el espíritu y el cuerpo del niño, y en muy poco tiempo este mejoró notablemente y pudo volver al colegio.
Allí pudo hablar con todos sus amigos, contándoles las cosas tan raras que había visto. Entonces, mientras hablaba con su mejor amigo, vio asomar algo extraño en su mochila. Le preguntó qué era, y tanto le insistió, que finalmente pudo ver el contenido de la mochila:

¡¡allí estaban todos los disfraces que había utilizado su buen amigo para intentar alegrarle!!
Y desde entonces, nuestro niño nunca deja que nadie esté solo y sin sonreír un rato.

Poesía: Los Sentidos


MIRO HACIA ARRIBA Y VEO
EL CIELO DE MIL COLORES,
SALGO A LA CALLE Y HUELO
LA FRAGANCIA DE LAS FLORES.
MIS OREJITAS ME SIRVEN
PARA OIR LOS PÁJAROS CANTAR
Y CON LAS MANOS YO PUEDO
A MI MAMÁ ABRAZAR.
ADEMÁS TENGO LA BOCA
CON LA QUE VOY A SABOREAR
LA FRUTA QUE MI ABUELITA
                          ME DARÁ DE MERENDAR.